La asertividad es una habilidad que se desarrolla de acuerdo al aprendizaje que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida, se trabaja de manera interna y consciente para fortalecerla. Es importante ya que esta habilidad nos permite ser respetuosos, claros y firmes con las personas que nos rodean y con nosotros mismos. Nos da la facilidad de defender nuestros derechos y ser conscientes de los derechos de los demás, nos permite tener una convivencia sana con las personas de nuestro alrededor.
Componentes o características de la comunicación asertiva.
Postura corporal: En la comunicación es importante no solo buscar las palabras correctas, también es necesario que nuestro cuerpo transmita el mensaje adecuado, además debemos mantener una postura erguida por nuestra salud, así habrá mejor oxigenación y por lo tanto nuestra mente estará clara. Por ejemplo, si estamos en medio de un conversatorio y nuestra postura es encorvada puede dar un mensaje de desidia y pereza.
Claridad: Debemos transmitir un mensaje lúcido, oportuno y preciso para evitar confusión en el receptor. No debemos adornar demasiado el mensaje, y debemos adecuarlo al contexto en el que nos hallamos, evitando los rodeos.
Velocidad: Su importancia radica en la atención que mantiene el receptor, si somos muy lentos para transmitir el mensaje, el receptor puede dejar de prestar atención y llegar al aburrimiento, por otro lado, si brindamos el mensaje con mucha velocidad, se volverá confuso y no se comprenderá.
Retroalimentación: Al terminar de transmitir el mensaje deseado, no debemos olvidar pedir retroalimentación, para saber si se logró comprender o si debemos repetirlo. También es importante recibir retroalimentación interna, preguntarnos a nosotros mismos cómo nos hemos sentido durante la comunicación asertiva y en qué podríamos mejorar.